El símbolo es un lenguaje de imágenes y emociónes basados en la condensación expresiva y precisa que habla de verdades transcendentes, exteriores al ser humano..
Carl Jung
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23 octubre, 2010

LILITH "LA FEMME FATALE"

"La vida y el Espíritu son dos grandes poderes o necesidades a los que el ser humano se ve expuesto"
Carl Jung.



_ Como ya nos acercámos a esta tan vilipendiada fecha que cada año se apodera un poco más de nuestra idiosincracia y nos hace sumergirnos en una entretención confusa y bizarra. No quise mantenerme al margen y entre telares aragnidos rescate este mito que hoy paso a relatarles, haciendome de este modo partícipe de esta obscura “celebración” llamada haloween, en donde muchos de quienes la disfrutan sacan a la luz su “sombra”. Ese lado opuesto que a veces desearían exhibir sin ninguna recriminación y que según los mitos junguianos se encuentra oculta dentro de nosotros, reprimiendo conductas moralmente reprochadas por la sociedad.

 Es así como quise compartir con ustedes el mito de “Lilith” algo así como la sombra de “Eva”, la primera mujer que según el génesis, fue creada de la costilla de Adán mientras este dormía.

Lilith es el doble opuesto de Eva la mujer inmoral, lujuriosa y pecadora que tuvo la valentía de revelarse ante Adán y escogió vivir en la libertad de la noche. Eva en cambio es el arquetipo de la madre abnegada y sometida a Adán, pero que pese a esto continúa siendo una transgresora de la moral puesto que tentó al ingenuo y apacible Adán para que comiera del árbol de la ciencia.

La historia de Eva es ampliamente conocida a partir del génesis bíblico, mientras la de Lilith es transmitida oralmente y con leves modificaciones. La única vez que se le menciona es en el antiguo testamento, en Isaías 34,14 concretamente en la biblia de Jerusalén. Su nombre original en acadio es Lilitu, que proviene de la palabra “Lil” que en este idioma significa viento o espíritu. Su traducción dio probablemente origen a una confusión, pues “Lil” en hebreo significa “noche”. Según otras versiones nos hablan de un posible nacimiento en la cultura sumeria de Mesopotamia, con un origen asirio babilónico, remontándose a un tiempo ancestral donde resulta verdaderamente complicado rastrear los inicios del mito, lo más probable es que la tradición hebrea heredase esta línea que llega hasta nosotros en la actualidad.

Lilith, fue hecha de arcilla al igual que Adán y no de sus “costillas” como Eva. Siendo este el motivo por el cual, nunca encontraron la paz juntos, pues Lilith no entendía por qué debía someterse a los designio de Adán y yacer bajo él, “hemos sido creados iguales, por qué debo recostarme bajo ti” preguntaba, “yo también fui creada de polvo, y por consiguiente, soy tu igual“, a lo cual Adán se mostraba intransigente obligándola a yacer bajo él en el acto. Fue entonces cuando Lilith pronuncio el nombre mágico de Dios, quien le da alas y con ellas se aleja volando del lado de Adán tomando residencia en una cueva de las costas del Mar Rojo en donde vive hasta estos días, aceptando como amantes a todos los demonios del mundo.

Al sentirse solo Adán se queja ante Dios y le pide que la haga regresar a su lado. Dios envía 3 ángeles Senoy, Sansenoy y Semangelof, quienes le ordenan que vuelva con Adán al Jardín del Edén, o de lo contrario será condenada a vivir en las tinieblas y le serán muertos cientos de sus hijos demonios cada día, pero Lilith amante de la libertad y entregada al placer y la lujuria, exclamo que incluso era mejor esta suerte, que regresar al Edén bajo el yugo de Adán.


Tan pronto como los ángeles cumplieron su amenaza, Lilith en protesta de tal resolución y como represalia del dolor que le sería inflingido, juró matar a los hijos de Adán e incluso a sus madres durante el nacimiento, juró también que los niños serían objeto de su ira durante ocho días y las niñas durante veinte días, además de atacar a los hombres durante sus sueños robándoles su semen para así dar nacimiento a más de sus hijos demonios, reemplazando así, a aquellos que le serían asesinados. Agregó también que donde quiera que viera el nombre de cualquiera de los tres ángeles enviados por Dios Senoy, Sansenoy y Semangelof , nadie en ese lugar sería victima de sus acciones.

Lilith es descrita como una atractiva mujer de cabellos largos y rizados, dueña de una cautivante belleza, capaz de hipnotizar a los hombres succionándoles su sangre y provocándoles la muerte. Es representada en el arte como una mujer vampiro, destructora y malévola, mientras que en cuentos de hadas es asociada a sirenas y a seres mitológicos como las harpias y las Lamias.


"Lilith en la Capilla Sixtina"
Es representada por Miguel Angél como la serpiente que tentó a Eva en el Jardín del Edén



A lo largo de la historia ha sido un hecho recurrente esta imagen de la mujer pecadora, culpable de verter todos los males a la humanidad, tenemos el caso de Pandora que tuvo la mala idea de abrir la caja, Lilith que no pudo soportar la idea de someterse a Adán, al mismo tiempo que Eva desafiaba a Dios, probando el fruto del Árbol de la Ciencia.

Sin duda un hecho que da para meditar y que como siempre dejo con ustedes para que lo disfruten, ah! y recuerden que; “desempolvar mitos no es una herejía, si no libertad de pensamiento”, hasta la próxima!.

 



"Mitos hebreos" Robert Graves R. Patai
"Lilith en el arte decimonónico" G.Eetessam
"Wikipedia"





10 octubre, 2010

EL MITO DE NARCISO

_ Es posible encontrar entre nosotros, a algún Narciso caminando por las calles, quizás sentando en frente nuestro, al lado, o tal vez se asoma en nuestros espejos por las mañanas al despertar...  Este mito nos habla de lo importancia que tiene para el ser humano el ser reconocido por sus semejantes, pero como todas las cosas que nos rodean, son buenas en su justa medida, porque si exageramos nuestra necesidad de reconocimiento caeremos en el error de Narciso y seremos condenados a la soledad arrastrando a la otra persona al altruismo.

_ El mito de Narciso ha llegado hasta nosotros con algunas variantes. Según una leyenda beocia, era un hermoso joven que vivía cerca del monte Helicón y del cual se había enamorado otro muchacho llamado Aminias. Narciso despreciaba el amor y, disgustado con los deseos de Aminias, le envío de regalo una espada, con la orden implícita de que se diera muerte. El amante obedeció, pero antes de morir maldijo al amado; y en efecto, al pasar junto a una fuente y ver su propia imagen reflejada sobre las aguas, Narciso se enamoró de sí mismo tan perdidamente que acabó con suicidarse ante la imposibilidad de satisfacer su propia pasión. La versión de Pausanias es una clara racionalización del mito tradicional. Supone que Narciso habría tenido una hermana gemela con la que iba siempre de caza y de la que estaba enamorado. Cuando ella murió, fue tanta su pena que se pasaba los días contemplándose en las aguas de un arroyo, pues la imagen borrosa de su propio rostro le recordaba el de su hermana muerta; ésta habría sido, en definitiva la causa de que la gente creyera que estaba enamorado de sí mismo. Por su parte, Ovidio complica más la historia. Narciso hijo del dios rio Cefiso y de la ninfa Leiríope, fue un muchacho de extraordinaria belleza, de quien el famoso adivino Tiserias, habría vaticinado un triste fin, al revelar a su madre que viviría una larga vida si no llegaba nunca a conocerse a si mismo. Narciso despertó el amor de muchos hombres y mujeres, pero no correspondió a nadie. Una de sus enamoradas fue la ninfa Eco, quien, debido al castigo que le había impuesto Hera, no podía comunicar a Narciso sus sentimientos, ya que era incapaz de hablar de un modo normal sin caer en los inevitables ecos, ya que solo le estaba permitido pronunciar los últimos sonidos de lo que oía. Cuando al fin consiguió dar a entender sus sentimientos al amado, fue rechazada. La conducta de Narciso acabó por atraer el castigo divino: el joven se enamoro de si mismo al contemplar su imagen reflejada en las aguas y, desesperado al no poder alcanzar el objeto de su amor ni satisfacer su pasión,  permaneció junto al arroyo hasta consumirse. Se decía que el cuerpo de Narciso había sido transformado en el río que llevaba su nombre y también que había dado lugar al nacimiento de la flor que lleva su nombre, “ Narciso “.
La “gratificación Narcisista”, la necesidad del reconocimiento positivo del otro, calma la ansiedad a la que la condena su propia existencia. Es así como acentuando la importancia de la respuesta del otro semejante, se resalta la dependencia del sujeto para mantener un saludable nivel de autoestima.
“Yo soy alguien gracias a ti. Sin ti, nada soy. Únicamente tú puedes confirmarme como ser humano”
Pichon Riviére